Este artículo habla sobre la posibilidad no de renunciar a los libros de texto, sino utilizarlos como complemento de los ordenadores.
Esta propuesta surge ya que el presupuesto que se utiliza para comprar libros de texto, es prácticamente el mismo que para comprar ordenadores portátiles, además los alumnos no tendrán excusas para no entregar los trabajos al haberlos dejado en casa, ya que toda la información permanece guardada.
Uno de los problemas de los que habla el artículo es que no siempre los alumnos hacen un uso responsable de los ordenadores y de internet.
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